Que la vida ponga en tu camino
todo lo que realmente te haga feliz, que tus pasos te guíen a donde quieras llegar.
Que cuando tropieces, tus alas se abran y alces nuevamente el vuelo.
Que tus brazos sirvan para consolar a quienes quieres de verdad y sean un refugio de consuelo donde puedan descansar y sentirse a salvo.
Que tus lágrimas se transformen
en sonrisas y te des cuenta de que lo malo no dura siempre y la vida, a pesar de todo es bella.
Así, siempre tendrás razones para
seguir adelante y no rendirte jamás.